Gestión del tiempo: secretos del cerebro y la mente

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Ver un Mundo en un Grano de Arena

Y un Cielo en una Flor Silvestre

Sostener el Infinito en la palma de la mano

Y la eternidad en una hora

  • William Blake, extracto de Augurios de inocencia

Conseguir las cosas más rápido, con menos esfuerzo, aumentando la productividad: éste es el núcleo de cualquier teoría y práctica que se esconda detrás de lo que llamamos Gestión del Tiempo.

Desde principios del siglo pasado, ha sido un credo seguido por muchos, y un principio indiscutible en las sociedades en las que impulsar los logros es la habilidad más admirada y perseguida.

Pero, por sorprendente que parezca, también es así como funciona nuestro cerebro: buscando siempre el camino más fácil y los mejores resultados.

¿Se ha preguntado alguna vez cómo percibe el tiempo nuestro cerebro? ¿Y cómo lo entiende la psicología?

¿Se ha preguntado si nuestras neuronas son capaces de realizar varias tareas a la vez? ¿O si son capaces de manejar cualquier situación con eficacia, sin dejar que interfieran los recuerdos o las preocupaciones por el futuro?

En este artículo intentaré responder a algunas de estas preguntas, haciendo un breve repaso de lo que la neurociencia y la psicología tienen que decirnos sobre el tiempo.

ÍNDICE

Parte I: El cerebro

Parte I: La psique

Parte I: La importancia del aquí y ahora. Un enfoque práctico y algunos ejercicios

Parte I: El cerebro

«Nuestro estudio revela cómo el cerebro da sentido al tiempo a medida que se experimenta un acontecimiento. La red no codifica explícitamente el tiempo. Lo que medimos es más bien un tiempo subjetivo derivado del flujo continuo de la experiencia». Albert Tsao

«Nuestro estudio revela cómo el cerebro da sentido al tiempo a medida que se experimenta un acontecimiento. La red no codifica explícitamente el tiempo. Lo que medimos es más bien un tiempo subjetivo derivado del flujo continuo de la experiencia». Albert Tsao

En nuestras sociedades, vivimos inmersos en convenciones: los relojes -y las convenciones sociales- miden y establecen lo que es un minuto o una hora, y actuamos en consecuencia. Sin embargo, nuestros cerebros procesan el tiempo de una manera completamente distinta. Nuestra mente y nuestro cuerpo tienen sus propias reglas.

En nuestro cuerpo, la experiencia del tiempo está determinada de dos maneras: por los ritmos circadianos o medida directamente en nuestro cerebro.

He escrito un artículo entero sobre los ritmos circadianos; puedes consultarlo aquí. Pero para el propósito de este artículo, vamos a mencionar lo básico.

El ritmo circadiano es nuestro reloj interno. Está regulado principalmente por el hipotálamo, que también controla otras cosas, como las hormonas, la temperatura, el apetito, el comportamiento sexual y las emociones.

Nuestro reloj biológico se pone a cero cada día, gracias a la luz solar. Aunque su función principal es exactamente la misma para todos, la regulación real de los periodos de sueño y vigilia varía según la persona.

En pocas palabras, es el reloj que nos indica en qué parte del día estamos más alerta y en qué parte los niveles de energía son más bajos y nos sentimos más somnolientos. Este reloj interno que regula nuestro cuerpo es la razón por la que nos sentimos incómodos cuando nos vemos obligados a adaptarnos a nuevas convenciones sociales, o cuando tenemos que ajustarnos a cambios repentinos (como los viajes y el jet lag, por ejemplo).

¿Y qué pasa con nuestro cerebro?

Las investigaciones en el campo de la neurociencia han demostrado que el hipocampo -esa parte del cerebro con forma de caballito de mar dentro del sistema límbico- interviene en la formación de nuevos recuerdos.
De hecho, rastrea el tiempo, en vueltas de 10 segundos.

La capacidad que tenemos todos los humanos de asociar y recordar distintos acontecimientos es una parte esencial de lo que se denomina memoria episódica, que se traducirá en algo así como «qué», «dónde» y «cuándo» ocurrió una cosa determinada.

Un estudio reciente de Albert Tsao y sus colegas del Instituto Kavli de Neurociencia de Sistemas de la NTNU demuestra que existe un «reloj neuronal» en nuestro cerebro que lleva la cuenta del tiempo.

Albert Tsao comenta: «La red no codifica explícitamente el tiempo. En su lugar, lo que medimos es el tiempo subjetivo, derivado del flujo continuo de la experiencia».

Detengámonos aquí un momento. ¿Qué significa esto?

Significa que nuestro reloj neuronal es una especie de organizador, y lo que hace es ordenar secuencialmente nuestras experiencias.

Por tanto, lo que experimentamos como tiempo no es más que el resultado de seguir nuestras experiencias en un orden específico, simplemente acompañando el flujo en curso.

Pero hay más desde el campo de la neurociencia: un grupo de investigadores de la NTNU (Universidad Noruega de Ciencia y Tecnología), hizo un descubrimiento crucial.

En el cerebro hay una red de células (situada justo al lado de las áreas que también codifican el espacio) que expresa nuestro sentido del tiempo, dentro de cada experiencia y recuerdo.

«Esta red proporciona marcas de tiempo para los acontecimientos y lleva la cuenta del orden de los sucesos dentro de una experiencia», afirma el profesor Edvard Moser, Premio Nobel de Fisiología o Medicina y director del Instituto Kavli de Neurociencia de Sistemas.

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Pero basta de neurociencia: ¿qué hay de la psicología? ¿Cómo interpreta la psique el tiempo? ¿Y cómo gestionamos esta interpretación?

Parte II: La psique

» El tiempo psicológico es un producto de la mente, más que un reflejo del orden cronométrico natural» T.R. Trautmann

«El inconsciente no tiene tiempo» C. Jung

Todos sabemos que la percepción del tiempo es subjetiva. ¿Qué es un minuto para dos amantes? ¿O para alguien que ha perdido el tren? ¿O para una madre que espera en el aeropuerto a que aterrice el avión con su hijo?

Sin embargo, a pesar de este aspecto subjetivo del tiempo, el ser humano necesita poder juzgar objetivamente la duración de un acontecimiento concreto. Es una parte esencial de la vida en sociedad, en relación con los demás.

Entonces, ¿cómo funciona la psique para adaptarse a las convenciones? ¿Sufre la mente de algún modo por ello? ¿Cómo percibe la mente el tiempo?

A la psicología siempre le ha fascinado este tema, la percepción del tiempo, y de hecho es un campo de estudio académico.

Sigmund Freud, el padre del psicoanálisis, nunca habló específicamente de conceptos como el tiempo y el espacio. En su obra no hay artículos, capítulos o libros específicos dedicados al asunto. Lo que tenemos en cambio son documentos y libros, centrados en lo que se consideran pilares en el psicoanálisis, intrínsecamente relacionados con la noción de tiempo. Me refiero a temas como el trauma, la amnesia, la fijación, la repetición y la regresión, por citar sólo algunos.

Sin duda, el tiempo está en el centro del psicoanálisis, una ciencia que trata de comprender cómo los conflictos presentes están determinados y afectados por acontecimientos ocurridos en el pasado.

Bueno, lo que ocurre es que en la mente inconsciente coexisten el pasado, el presente y el futuro. Sí, la atemporalidad es una de las características de la mente inconsciente. El tiempo no es lineal. (Nachträglichkeit – a posteriori): podemos ver los efectos de una antigua experiencia traumática reinvirtiendo un acontecimiento actual y surgiendo, aquí y ahora, con la fuerza de entonces).

Alejándonos del psicoanálisis, podemos ver que otras teorías también hacen hincapié en el concepto de tiempo.

En el caso de la Gestalt, por ejemplo, la atención se centra en el presente. Concretamente, el aquí y el ahora.

«Para mí, nada existe excepto el ahora», decía Fritz Perls.

Conceptos como conciencia y presente son fundamentales para esta teoría, y los tiempos y las escuelas modernas han desarrollado todo tipo de ejercicios para ayudar a la mente a permanecer, el mayor tiempo posible, en el momento presente.

Pero este énfasis no significa ignorar la importancia del pasado y el futuro.

Reconociendo que la mente tenderá a quedarse en el pasado o a proyectarse en el futuro, la Gestalt refuerza la necesidad de centrarse en el aquí y el ahora.

¿Y qué hay de la Inteligencia Emocional?

El Dr. Daniel Goleman popularizó las palabras acuñadas por los investigadores Peter Salovey y John Mayer. Con especial énfasis en la conexión entre los campos de la psicología y la neurociencia, este enfoque considera el tiempo como un recurso precioso.
Así pues, la gestión del tiempo es una habilidad deseable para alcanzar los objetivos y la productividad general.

No me extenderé demasiado aquí, porque muy pronto dedicaré un artículo completo a este tema. Lo que sí diré es que, para esta teoría, el tiempo -al igual que las emociones- se puede gestionar y controlar.

Para influir en la productividad y, por tanto, en el éxito, es necesario comprender y controlar las emociones.

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Parte III. La importancia del aquí y ahora. Un enfoque práctico y algunos ejercicios

«El tiempo es el corazón de la existencia». Henri Bergson

En esta última parte, me gustaría compartir contigo algunos consejos y ejercicios que te ayudarán a permanecer en el aquí y ahora, concentrado y atento, aumentando tu conciencia.

Créeme: tu cerebro te lo agradecerá.

Inspira y espira
Siéntate cómodo y relajado. Comprueba que tu columna está recta y que no estás ejerciendo una presión extra sobre los hombros.

Presta atención a tu respiración, sin modificarla. Sólo obsérvala.

Ahora, conscientemente, inhale lentamente por la nariz, contando hasta 5.

Aguanta la respiración, contando hasta 5 otra vez.

Espire lentamente, contando siempre hasta 5.

Repite el ejercicio 3 veces y luego respira normalmente.

Concéntrate en el aquí y ahora
Elige un objeto o sonido externo que llame tu atención (un bolígrafo, tu teléfono, Alexa, una conversación en la puerta de al lado, un perro ladrando por la ventana).

Piensa en el objeto. ¿Cómo es? ¿Tiene una forma, un color, un olor o un sonido particulares? ¿Tiene una función específica? Anota todo lo que te venga a la mente.

Ahora, descríbelo de nuevo, empezando por: «En este momento, noto el sonido de…», o «Ahora mismo, estoy viendo…».

Termina el ejercicio cuando quieras.

Pasado reciente, presente y futuro próximo
Tómate un momento y elige una actividad no relacionada con el trabajo que hagas a menudo y con la que disfrutes (por ejemplo, ir al gimnasio, leer, escuchar música mientras vas al trabajo, tu clase de yoga por la mañana).

Piensa en la última vez que lo hiciste. ¿Cuándo fue? ¿Cómo fue? Intenta utilizar adjetivos para describirlo: divertido, estimulante, desafiante, agradable. Piensa en ello e intenta recrear las emociones y sensaciones sentidas en el momento de la actividad.

Ahora, piensa en la próxima vez que vayas a realizar la misma actividad. ¿Cuándo será? ¿Cómo imaginas que será? ¿Por qué? Intenta anticipar tus sensaciones y emociones y descríbelas.

Por último, respira hondo y vuelve al aquí y ahora. ¿Dónde estás? ¿Qué objetos te rodean? ¿Cómo te sientes ahora?

Tras cualquiera de estos ejercicios, tómate un momento para reflexionar sobre tu experiencia. ¿Fue fácil? ¿Te ha resultado incómoda? ¿Te gustaría repetirla en otra ocasión y ver qué pasa?

Te recomiendo encarecidamente que utilices papel y lápiz (o tu teléfono) para registrar la experiencia. Así, cuando la repitas, podrás comparar notas y hacer un seguimiento de los cambios y progresos.

¿Tienes problemas con la gestión del tiempo? ¿Quizá procrastina, no establece prioridades, lucha contra las distracciones o programa las tareas de forma poco eficaz?

Si es así, puedo ayudarte. Simplemente haz clic en el botón de abajo y obtén una Llamada de Descubrimiento Gratis.

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Nota: Este artículo fue escrito especialmente para complementar el curso «Gestión del tiempo en diferentes culturas», que puedes consultar aquí. El curso, impartido por Maria Antonietta Marino, es uno de los muchos que Mudita Consultancy ofrece a quienes buscan una comprensión más profunda.»

Fuentes y lecturas recomendadas:

Arlow JA. Psychoanalysis and time. J Am Psychoanal Assoc. 1986;34(3):507-528. doi:10.1177/000306518603400301

Freud, S. Complete Psychological Works of Sigmund Freud (SE) (1886-1939) Vol I – XXV

Green, A. (2002). Time in Psychoanalysis: some contradictory aspects. London and New York: Free Association Books.

Goleman, D. (1995)  Emotional Intelligence: why it can matter more than IQ

Goleman, D. (2000) Working with emotional intelligence.

Perls, F.  (1969) Gestalt Therapy Verbatim

Perls, F., Hefferline, R., & Goodman, P., (1951) Gestalt Therapy: Excitement and Growth in the Human Personality.

Rubin A., Geva N., Sheintuch L., Ziv Y. (2015) Hippocampal ensemble dynamics timestamp events in long-term memory. Weizmann Institute of Science, Israel. eLife 2015;4:e12247 DOI: 10.7554

Soysal Acar, A.Şebnem & Bodur, Sahin & Hizli Sayar, Gokben. (2005). The here and now therapy. Anadolu Psikiyatri Dergisi. 6. 274-280.

Trautmann, T. R. (1995). Time: Histories and Ethnologies. Ann Arbor: The University of Michigan Press.

Tsao A, Sugar J, Lu L, et al. (2018) Integrating time from experience in the lateral entorhinal cortex. Nature. 2018;561(7721):57-62. doi:10.1038/s41586-018-0459-6.

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